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1. About the systems: We (men) have created the notion of systems (in every culture!!), and science (as a human discipline) have selected in detail and in a reductionist way the elements of those systems... we have modeled them through our percpetion and is commonly accepted that our perception is limited. So to our percpetion (limited and reduce) those systems look arranged, proportioned, fix, limited... etc.

2. Predictability: The measure of those systems and the prediction are possible, because of their limitation and reductionist focus, reliable just for some interpretations... there are more elements left behind than elements added to the measure...

3. We all are here... Well if you trust that much in you perception (limited, focused and human)... but even ancient thinkers as Descartes or St. Agustin start by only believing in them selves and doubting of everything... Cognition in brain may be playing with our perception as in the synesthesia or as a illness of mind like paranoia...

4. the things are incarnations of the human form... I couldn't agree more... everything in this world is the incarnation of our forms... from the charcoal we use to write to the eleven dimension theory to explain the Big Bang... in the middle there are the hate we have eachother, among religions, among nations, between brothers... in the middle there's poverty, hunger, desperation... those are forms and incarnations of men to... we are responsible for all that things to...

5. Religion is System to! YEESSSSS! a system that regulates social conduct... and knowledge.... yes!

6. Knowledge is a social well-being: knowledge must give us freedom of thinking and freedom of determination...

7. But... Religion is a system that has already an end: God! And Science is a system that does not have his end: Truth ... you have to earn it, work it, investigate it... it looks that both work as a way of knowledge but with different proposes...

Te necesito...

Con locura y pasion:


Románticamente:


Histericamente:


A la Luismi:


de manera guapachosa:


Como los maestros:

Unravels, inocencia infantil y desamor en la música de Björk

José Mondragón

While you are away

My heart comes undone

Slowly unravels

In a bottle of jar

Devils collected

With a grinch

Our love

In a ball of yarn

You never returned

When you come back we have to make new love

You never returned

When you come back we have to make new love

When you come back

Björk Guðmundsdóttir, cantante Islandesa nacida en 1965, se ha caracterizado por la creación de un estilo musical personal, desgarrado y pasional, creo fervientemente que en esta artista confluyen una capacidad poética igualada con su desempeño musical impregnado de una visión clara de las tendencias del momento que se reflejan como amalgamas del punk, el trip hop, la electrónica y la música experimental, de esto queda evidencia en cada colaboración que ha realizado para sus producciones musicales como en la producción de su disco Debut donde colaboró con Nellee Hoper productora en su momento de Massive Attack o de la utilización del Reactable (Sergi Jorda) en sus presentaciones en vivo.

Unravel es uno de los sencillos del disco Homogenic trabajo producido una vez más por Nellee Hoper , pero con adiciones de personajes del dance music como Howie B y del trip hop experimental como Mark Bell (LFO), así como de la leyenda del progresivo de los 70 y 80 Deodato. A diferencia de otros sencillos como Army of me, Yoga, All is full of love o Bachelorette, Unravel es una pieza que paso inadvertida durante el momento de Homogenic; como parte del disco es una obra que se inserta perfectamente en el discurso romántico-amoroso de Björk, la imagen planteada en la letra es sumamente sencilla pero las implicaciones están plagadas de significado, cabe mencionar también que la música es de un carácter espontáneo, la típica estructura de acumulación de eventos sobre un beat, sello particular del pop que no renuncia en esta pieza, pero solidifica su función como un todo dentro de la obra del album, particularmente es interesante ver como esta acumulación resiste la idea de sincronía e isometría en un principio: un saxofón reverberado que da la pauta del juego armónico (casi una niñería), el acopio de un bombo sintético sumamente filtrado del cual solo escuchamos un borbotón truncado de frecuencias graves, en un típico juego isócrono entra un golpe de tarola que más bien remite al acomodo de placas tectónicas o al crujir de una casa en ruinas; una vez más el juego de planos espaciales en esta disertación sonora toma preponderancia, la voz de Björk comienza a tararear, a canturrear un balbuceo ahogado en el llanto, informe y sin perfil musical claro, una atomización de Poison de silabas informes, todo esto en un primer plano, enmarcado por arpegios de un instrumento FM, las tribulaciones melódicas del canturreo por fin confluyen en las primeras palabras… 

While you are away…

Arrastra cada silaba y entonces podemos decir que de esa maraña de sonidos iniciales ha brotado la música…

El escrito que aquí presento trata de dar luz a las implicaciones de la música y la poética desde un enfoque personal, creo sólidamente que uno de los elementos de los que brota la capacidad poética de Björk es su carácter inocente e infantil, lo cual parece una característica in cambiante en sus demás producciones, por eso sostengo que existe un elemento de candidez pueril magnificada por el desamor de la cual brotan sus versos.

Creo que es la fuerza con la que canta la música, pero también este sentido de perdida, esta sensación inequívoca del despojo, estoy incompleto, inacabado, debilitado por la parte que se me ha arrancado, es el sentido de… my heart comes undone.

¿Dónde se deposita, en donde queda todo ese amor, lo creado con paciencia, lo realizado con cuidado, y los fallos?, el sentido es perfecto, aquello que se hace en el amor es tejido; el amor es un continuo entretejer de sentimientos, sensaciones, experiencias, sentidos; ¿qué es lo que tienen los amantes en común? Y la respuesta es increíble, los amantes tienen en común la visión de un mundo, en la promesa del amor y en el camino de la relación crean un cosmos en común, una manera de mirar el todo proveniente de la realidad y en ese mirar mutuo se crea una nueva visión compartida. 

En el despojo, en la falta, en el desamor… ¿la traición?, lo tejido se desenreda, cae de cierta manera según la ruptura, con una inercia, la energía con la que el dolor impulsa la acción, en el caso de la canción de Björk esto parece suceder lentamente. La acción de desenredar es una acción fundamental de la letra, en el caso de mi interpretación debo decir que hay una impresión de revelación, esto que en cierto momento desconozco [o pretendo desconocer] se va haciendo cada vez más evidente, lo voy conociendo y aceptando, un despojo poco a poco, la ruptura da paso a una conciencia liberada y dolorosa; el despechado cae en cuenta de manera muy lenta de su albedrío, de su horizonte, eso que para el parecía cerrado y limítrofe poco a poco se va abriendo, aclarando, acumulando en un fondo en el que cae despojado del tejido, ¿Es esta sensación la cicatrización de la herida o la apertura de una más grande?, es la laceración inevitable, la aceptación de un dolor más profundo y básico.

Por un lado es evidente que hay un depósito del desamor, el descante después de la ruptura hay un vuelco de la inocencia; cuando amamos locamente, cegados por las deliciosas mieles del erotismo y el amor, parecemos niños [¿rejuvenecemos?], porque el amor nos vuelve locos, nos da soltura, locuacidad, confiamos todo al ser amado y tenemos confianza en nosotros mismos, y el otro da pruebas continuamente de su amor; los amantes juegan en el tejido que han creado, esa débil red que los sostiene zurcida con sumo descuido, parece incapaz de sostener a nadie, mucho menos sus acciones; es como presenciar a dos acróbatas volando, haciendo piruetas en el aire y en cada vertiginosa evolución dar cuenta de su angustioso escenario.

¿Dónde se deposita todo eso después de la ruptura? La imagen que propone Björk es muy precisa, un tarro de mermelada, un objeto cotidiano demarcando la inocencia. Como indicio que parece localizar la infancia, el tarro de mermelada es aquel objeto del que el infante obtiene un placer y sacia su hambre, ya sea que se lo provea el mismo, que la madre o el padre se lo de o que lo robe a hurtadillas por la noche. El caso esta que en la repisa de la cocina, arriba del refrigerador o en una alacena se encuentra guardado el tarro como indicación de abundancia y la inocencia.

En el tarro también se pueden identificar otros elementos, el tarro puede ser vaciado, derrochado hasta la saciedad, es decir, la mermelada, durante la merienda o en el desayuno, puede ser ingerida de manera moderada como alimento, sin embargo la imagen a la que remite Björk es de saciedad y menoscabo, circunscribe el acto con suma tranquilidad, sin preocupación, personalmente la imagen que tengo en la mente es la de alguien que sacia su hambre sin preocupación, sin  pensar el inminente futuro, y en esa acción hay una forma de inocencia e inconciencia pueril. Saciar el hambre, llenarse la boca a manos llenas, comer del tibio néctar del erotismo y el cariño sin inquietarse por lo que venga después…

En la ruptura amorosa se da la transformación del tarro, por un momento es el receptáculo de la disolución y la representación de la inocencia, con una imperiosa importancia sobre la inocencia. Creo que es lo primero lo que es alterado, todos tenemos miedos infundados, horizontes imaginarios catastróficos que solo pueden ser sorteados o manejados a través de la fe, todos tenemos un espíritu que constantemente busca el amor, ese diálogo o estado de la comunicación que solo es posible a través de la inocencia, por eso es tan severo el desamor, porque al tarro de nuestras esperanzas se transforma en receptáculo de nuestras frustraciones…

Pensemos en las posibles sensaciones que provoca el descubrimiento del tarro vacío, como descubrimiento tiene cierto sentido para la canción, y definitivamente encaja con la toma de consciencia en el desamor; la visualización de un berrinche porque alguien lo ha vaciado sin dejar rastro, un rabieta por el despojo que se hace insoportable por la sorpresa…

En la sorpresa de la vacuidad del recipiente hay algo que sustituye el placer; eso que era placentero es ahora amargura, nuestro tarro ahora se llena de hiel en filamentos biliosos que crean no un tejido sino una masa enredada y compleja de sensaciones. Cuanta duda se vierte en el tarro muta en una metamorfosis oblicua de desgracias… todo cae poco a poco desde el tejido amoroso, se desprende como pedazos de piel lacerada y llenan el tarro de un caldo amarillento y lechoso, la protagonista, al menos así me lo parece, se sostiene en pie, con la cara pasmada… y en mi mente brota una sentencia: aquí ya no yace el amor.

El corazón, en la cuenta del desamor, lentamente se desgaja, se desprende de la piel de la inocencia y deja ver su tejido más delicado y a su vez las reacciones más ásperas, todo se acumula en el tarro, en un menjurje confuso donde no hay inicio ni fin, donde la percepción es engañada continuamente por el derredor. La noción del diablo es perfectamente previsible, un intento vacuo de delegar la responsabilidad; la confusión que llega burlona, que parece haber tomado las cartas en el asunto, personalmente me parece que no hay mejor manera de representar al diablo que como uno mismo. En Unravel no se precisa dicha dualidad, pero en mi persona la imagen a la que me remite es la del mismo personaje en un papel de demonio, un absurdo disfraz (mameluco) rojo con capucha color carmesí y cuernos rellenos de algodón, una irrisoria imagen de si misma siendo “mala”.

Al terminar el verso la acción del estribillo remite a un doble pensamiento: por un lado el grito desgarrado por la acción inacabada del amante “you never returned”, aun la manera en como esta interpretado el estribillo es desesperada, un grito desgarrado; por otro lado la reflexión de la otra frase es tenue, discreta, exaltada y medida “we have to make new love”. Personalmente creo que dichas frases simbolizan un estado aberrinchado de la persona, es decir, aflora una parte infantil incapaz de superarse a si misma que berrea en la perdida, mientras que tenuemente en el fondo de la inteligencia una voz tranquila e impasible solo recuerda lo innegable, el camino a seguir, el futuro de lo que tiene que ser, fue y será…

…cada vez en el desamor, hay que hacer nuevo amor…

México D.F. a 26 de octubre de 2006

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